martes, 31 de agosto de 2010

El violín





Es un instrumento de cuerda frotada que tiene cuatro cuerdas afinadas por intervalos de quintas: sol2, re3, la3 y mi4 (según el índice acústico Franco-Belga).

Las partituras de música para violín usan casi siempre la clave de sol, llamada antiguamente "clave de violín". El violín tiene la característica de no poseer trastes, a diferencia de la guitarra, lo que dificulta el aprendizaje. Es el más pequeño y agudo de la familia de los instrumentos de cuerda clásicos, que incluye la viola, el violonchelo y el contrabajo (en inglés, double bass; es decir, ‘doble bajo’), los cuales, salvo el contrabajo, son derivados todos de las violas medievales, en especial de la fídula. En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa. Hoy pueden ser también de metal o de tripa entorchada con aluminio, plata o acero; la cuerda en mi, la más aguda -llamada cantino- es directamente un hilo de acero, y, ocasionalmente, de oro. En la actualidad se están fabricando cuerdas de materiales sintéticos que tienden a reunir la sonoridad lograda por la flexibilidad de la tripa y la resistencia de los metales. El arco es una vara estrecha, de curva suave, y construida idóneamente en la dura madera del palo brasil o de "Permambuco" (Caesalpinia echinata), de unos 77 cm de largo, con una cinta de 70 cm constituida por entre 100 y 120 (con un peso de unos 6 gramos según longitud y calibre) crines de cola de caballo, siendo las de mejor calidad las llamadas "Mongolia", que provienen de climas fríos donde el pelo es más fino y resistente.

Tal cinta va desde una punta a la otra del arco. Para que las cuerdas vibren y suenen de un modo eficiente, la cinta de cola de caballo del arco debe ser frotada adecuada y regularmente con una resina. También, actualmente -muchas veces para abaratar costos-, la crin blanqueda de caballo es sustituida por fibras vinílicas. El arco del violín tiene en la parte por la que es tomado un sistema de tornillo que al hacer desplazar la pieza por la cual se aferra un extremo de la cinta de crin hace que ésta se tense o se distienda. Los violines se clasifican de acuerdo con su tamaño: el 4/4 -cuya longitud suele ser de 14 pulgadas o 35,5 cm y su ancho máximo de 20 cm, y un alto de 4,5 cm- es el más grande y es el utilizado por los adultos; le siguen violines de tamaño menor, destinados a jóvenes y niños, denominados 3/4, 2/4 y 1/4. Existe también un violín de tamaño 7/8, llamado también "Lady", que es utilizado por algunas mujeres o adultos de manos pequeñas. El cuerpo del violín posee una forma abombada, con silueta estilizada determinada por una curvatura superior e inferior con un estrechamiento a la cintura en forma de C. Las tapas del violín se modelan con suaves curvas que proporcionan la característica de abovedado. Los aros, que van alrededor del violín dando la silueta, son de poca altura, el mástil posee cierto ángulo de inclinación hacia atrás respecto al eje vertical, longitudinal y se remata por un caracol llamado voluta. La estructura interna del violín la constituyen dos elementos fundamentales en la producción sonora del instrumento dados por la barra armónica y el alma. La barra armónica corre a lo largo de la tapa justo debajo de las cuerdas graves y el alma está ubicada justo debajo del pie derecho del puente donde se ubican las cuerdas agudas.








HISTORIA DEL VIOLÍN

No es posible establecer con exactitud de qué instrumento (entre los de la mas remota antigüedad que conocemos) proviene el violín y si es de origen europeo u Oriental, dado que las distintas teorías que tratan este tópico se fundan en simples hipótesis. El violín, como se conoce hoy, se construyó en el siglo XVI en Italia. En esos años, había muchas nuevas ideas sonoras que fueron motivadas por el Renacimiento. Tanto el violín como otros instrumentos de cuerda frotada fueron los resultados de esas ideas. En un comienzo no era muy considerado, hasta que en 1607, Claudio Monteverdi lo incluye en su ópera “Orfeo”. El violín comenzó a hacerse popular y surgieron renombrados constructores del instrumento como Gasparo da Saló, Giovani Paolo Maggini, Andrea Amati, Nicola Amati, Antonio Stradivari y Giuseppe Guarnieri de Gesú. Los violines se convirtieron en los instrumentos más codiciados. En la segunda mitad del siglo XVI el violín aparece con las mismas características que tiene actualmente, su paternidad fue atribuida a Giovanni Kerlino, Testori el viejo, Dardell, Corna Linaroli y Duiffoproucart, respectivamente Bolonienses; y recientemente por Strocchi, Antonio Bolgnesi (1485-1562) y por Oreste Foffa, a Pellegrino de Montichiari (1520.160X). El archivo histórico cremonense, en una de sus memorias aparecidas en ocasión de celebrarse el bicentenario Stradivariano redacta con acopio de documentos por Bonetti, Calvalcabó y Gualazzini, demuestra a su vez, que Andrea Amati nació entre 1510 y 1580 y que en Cremona en el siglo XVI florecía una escuela de violería.




Entre los grandes constructores del violín podemos citar a: Gasparo da Saló (Brescia 1542-1609)
Giovani Paolo Maggini (Brescia 1580-1603)
Andrea Amati (Cremona 1510-1580)
Nicola Amati (Cremona 1596-1684)
Antonio Stradivari (Cremona 1648-1737)
Giuseppe Guarnieri de Gesú (1687-1747)

Entre las piezas más destacadas se encuentran las siguientes:
Concierto para violín de Beethoven, Los 24 Caprichos de Paganini, Concierto Nº 1 para violín de Max Bruch, Concierto para violín de Tchaikovski, Concierto para violín de Mendelssohn, Conciertos para violín Nº 1 y Nº 2 de Paganini, Concierto para violín de Brahms y Concierto para violín de Saint Saens, entre otros.

En cuanto a los violinistas, los más destacados son: Niccoló Paganini (1782-1840), Jascha Heifetz (1901-1987), Nathan Milstein (1903-1992), David Oistrakh (1908-1974), Yehudi Menuhin (1916-1999), Isaac Stern (1920-2001), Itzhak Perlman (1945-), Gidon Kremer (1947-), Anne-Sophie Mutter (1963-), Haylie Ecker (1975-), Eos Chater (1976-) y Vanessa Mae (1978-….), entre otros.